tarjetas revolving

Las tarjetas revolving se han convertido en una opción popular para muchos consumidores que buscan financiar compras a plazos o hacer frente a gastos inesperados. Sin embargo, también se han convertido en una fuente de preocupación para muchos debido a su estructura de pago y altas tasas de interés.

En este artículo, de la mano de galanpalmeroabogados.es, veremos qué son las tarjetas revolving, cómo funcionan y lo que los consumidores deben tener en cuenta antes de solicitar una. Al entender cómo funcionan, los usuarios pueden tomar decisiones financieras informadas y evitar caer en una trampa de deudas innecesarias.

¿Qué son y cómo funcionan las tarjetas revolving?

Las tarjetas revolving son una forma de crédito que permite a los consumidores hacer compras a plazos o financiar gastos a corto plazo. A diferencia de las tarjetas de crédito tradicionales, permiten a los consumidores pagar solo una parte del saldo cada mes, lo que significa que el resto del saldo se lleva al siguiente período de facturación con intereses.

Las tarjetas revolving suelen tener una tasa de interés más alta que las tarjetas de crédito, lo que puede hacer que sea más costoso pagar el saldo a largo plazo. Además, a menudo tienen cargos por intereses y cargos por pagos tardíos, lo que puede aumentar aún más el costo de tener una de estas tarjetas.

¿Cuáles son los riesgos más comunes asociados con las tarjetas revolving?

Hay varios riesgos asociados con las tarjetas revolving que los consumidores deben tener en cuenta antes de solicitar una. A continuación, te mostramos algunos de los riesgos más comunes:

Altas tasas de interés: Si un consumidor no paga el saldo total de la tarjeta cada mes, se acumularán intereses mensuales en el saldo revolvente. Esto puede hacer que sea más difícil pagar el saldo a largo plazo y aumentar el costo total de la deuda.

Pagos mínimos bajos: Estas tarjetas permiten a los consumidores pagar solo una parte del saldo cada mes, por lo tanto, el resto del saldo se pasa al siguiente período de facturación con intereses. Los pagos mínimos suelen ser relativamente bajos, lo que puede hacer que sea más tentador para los consumidores llevar un saldo revolvente durante un período prolongado de tiempo.

Cargos por intereses y cargos por pagos tardíos: Esto puede aumentar aún más el costo de tener una de estas tarjetas. Si un consumidor no paga el saldo total de la tarjeta revolving cada mes o se retrasa en los pagos, se pueden aplicar cargos adicionales.

Posibles impactos en el puntaje crediticio: Si el usuario no paga el saldo total de la tarjeta revolving cada mes o se retrasa en los pagos, esto puede tener un impacto negativo en su puntaje crediticio. Los retrasos en los pagos y las altas tasas de utilización de crédito pueden hacer que el puntaje crediticio disminuya, lo que puede dificultar la obtención de préstamos o créditos en el futuro.

¿Cómo hacer frente a estos riesgos? Haciendo pagos mensuales más altos y evitar llevar un saldo revolvente durante un período prolongado de tiempo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *